"Muy a menudo, cuando cometemos errores, aun cuando haya sido inocentemente, el daño ya está hecho y se hace imprescindible una disculpa. Además, junto con el 'Perdóname', los cónyuges tienen que aprender a decir: Te perdono'. Jesús enseñó que, si deseamos ser perdonados por nuestro Padre Celestial, debemos aprender a perdonar a aquellos que nos ofenden. Algunos de los mejores matrimonios que conozco están compuestos de personas que saben perdonar."
(Elder Hugh W. Pinnock)
Fuente: Biblioteca SUD.